¿Y en la vida real?
Porque hasta ahora solo hemos hecho que narrar sus desventuras pseudoprofesionales – afortunadamente no faltan los encargos en la Melchor Mombo Co y de ahí exprimimos para ir tirando -, pero ¿y sus demás facetas?
Ahí nos debilitamos. Tenemos que reconocer que no es mal cocinero, además optimiza las provisiones como nadie, aunque a veces ello suponga alguna combinación ¿cómo diríamos? Más que atrevida. En asuntos de cama no vamos a entrar a valorar. No somos quien, aunque los rumores hablan de que está sobrevalorado. La razón nos dice que no es posible sobrevalorar a alguien que apenas ejercita una habilidad, pero preferimos dejarlo ahí.
Es amable, eso sí, y dialogante. Cabezota, como no – tampoco nosotros nos quedamos atrás -, y amigo de sus amigos. En eso es un primor. Tiene en Aspas a su mayor compañero – será por todo lo que han vivido juntos – y se ha hecho muy amigo de la nueva hornada de pilotos sin dejar de valorar a sus antiguos compañeros de vuelo.
La verdad es que en esta queríamos hacer más sangre, pero no nos daba para mucho, porque al final, es un buen tipo.
Firmado: Melchor Jr.y Sasha Mombo.
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