Quería hacer un post sabroso, sí, pero no va a ser este. Y eso que se trataba de mi intención si, al menos, era capaz de recuperar una parte de las energías dilapidadas en la última misión.
Y ya estoy casi. Pero no. Prefiero dejarlo para otra semana. Y todo porque quiero hablar de esa última aventura. Aventura de escasos beneficios económicos, que deja la compañía un poco más tocada de lo habitual, pero que ha aportado, al que esto suscribe, una enorme carga emotiva capaz de ofrecer, por si sola, gasolina para un buen número de vuelos.
Y es que en demasiadas ocasiones anteponemos ciertas emociones ficticias, compradas en efectivo o a plazos, a otras conseguidas de la forma más inesperada y que, como por arte de magia, son capaces de arrastrarte hasta el universo de los sentimientos y conseguir que estos se proyecten al exterior en forma de lágrimas. Y eso, amigos, amigas, es lo que yo concibo más cercano a ese ente conocido como felicidad.
Lo peor de todo – que en realidad y bien mirado es lo mejor - es que mi compañero “Aspas”, que atesora ya muchos vuelos – dentro y fuera de la compañía -, fuese testigo de esa emoción incontenida.
Dibujos, basados en el estilo del tapiz de Bayeaux, para proyecto documental alrededor de la figura de Al-Azraq. Visual Producciones (2010).
Volia fer un post saborós, sí, però no va a ser aquest. I això que es tractava de la meua intenció si, al menys, era capaç de recuperar una part de les energies dilapidades a la darrera missió.
I ja quasi estic. Però no. Prefereix deixar-ho per una altra setmana. I tot perquè vull parlar de eixa darrera aventura. Aventura de escassos beneficis econòmics, que deixa la companyia una mica més tocada de l’habitual, però que ha aportat, al que açò subscriu, una enorme carrega emotiva capaç de oferir, per si sola, benzina per un bon número de vols.
I és que en massa ocasions anteposem certes emocions fictícies, comprades en efectiu o a terminis, a altres aconseguides de la manera més insospitada i que, com per art de màgia, son capaços d’arrossegar-te fins l’univers dels sentiments i aconseguir que aquestos es projecten a l’exterior en forma de llàgrimes. I això, amics, amigues, és el que jo concebeix més proper a eixe ens conegut com felicitat.
El pitjor de tot – que en realitat i ben mirat és el millor – és que el meu company “Aspas”, que atresora ja molts vols – dins i fora de la companyia -, va ser testimoni d’eixa emoció irrefrenada.
6 comentarios:
Pues, lo es. Es sabroso.
Sólo agrego: Afortunado "Aspas"!!!
Sí, claro que lo es. Solo que el post sabroso al que me refería es otro. De esos que meten el dedo en el ojo. Pero queda pendiente, sí, y no para muy lejano.
Y claro, afortunado "Aspas", pero mucho más afortunado yo, por tener a mi vera un piloto incondicional. Un tipo de esos que querrías en la trinchera a tu lado.
Y es lo que pasa con los hijos, aunque no sean genéticos.
Gracias por tu visita anónimo.
Pero es que de eso se trata. De darse, entregarse, compartir, libremente.De crear lazos. No todo el mundo ha descubierto la felicidad que produce esa incondicionalidad. Se da pocas veces en esta vida. Por eso son ambos afortunados.
Sí, lo somos.
Y lo mejor de todo es que ambos somos conscientes de ello.
Muchas veces, sin siquiera compartir palabras, hay gestos inapreciables para el mundo que te dicen que el otro siempre está ahí. Y eso, con pocas personas lo he conseguido, pero con quienes ha sucedido, se han creado vínculos indestructibles, por mucho que la lejanía física - y mi falta de "punch" para mantener un mínimo hilo de contacto - se imponga.
ME LATE CACHUATE ESTE BLOG
SI K SI
PASATE AL MIO NOP
:)
SALUDINESSSS
http://luizdiaz.blogspot.com/
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